Copa del Rey
El Campeonato de España–Copa de Su Majestad el Rey de Fútbol, comúnmente conocida como Copa del Rey o simplemente la Copa, es un torneo futbolístico por eliminación directa que se disputa anualmente entre los mejores clubes de España. La organiza la Real Federación Española de Fútbol y el actual campeón es el Sevilla, tras vencer en la final al Atlético de Madrid. El club con más títulos es el FC Barcelona con veinticinco.
Fue creada en 1903, a raíz del éxito de la Copa de la Coronación, disputada un año antes, siendo el torneo nacional de fútbol más antiguo de España. Si bien la denominación histórica y génerica de la competición es la de Campeonato de España, el título de la competición se ha modificado a lo largo de los años en función del Jefe de Estado español, que es quien otorga el trofeo. Fue la Copa de S. M. el Rey, entre 1903 y 1932, Copa del Presidente de la República entre 1932 y 1936, Copa de S. E. El Generalísimo entre 1939 y 1976 y desde la temporada 1976/77 nuevamente Copa de S. M. el Rey.
Sistema de competición
Actualmente toman parte 83 equipos: todos los de la Primera y Segunda División, los mejores de la Segunda B y los campeones de Tercera, excluyendo los equipos filiales.
En la primera eliminatoria participan los 42 clubes no profesionales, esto es, Segunda B y Tercera, que se emparejan por sorteo. Las eliminatorias se disputan a partido único. En la segunda ronda entran en liza los clubes de Segunda División. A partir de la cuarta ronda –dieciseisavos de final– se incorporan los clubes de Primera y las eliminatorias pasan a ser a doble partido –ida y vuelta– excepto la final, que se disputa a un partido en terreno neutral.
El campeón de Copa obtiene la clasificación para disputar la UEFA Europa League de la siguiente temporada (de 1961 hasta 1999 participaba en la Recopa de Europa). Además, disputa la Supercopa de España de Fútbol, enfrentándose al campeón de la Liga española de esa misma temporada.
Hasta la temporada 2004/2005 se jugaba a partido único en el campo del equipo más débil hasta octavos de final. Octavos de final, cuartos de final y semifinales se jugaban a partido doble. La final se disputaba a partido único en un terreno neutral. Sin embargo, en la temporada 2005/2006, la Real Federación Española de Fútbol modificó este sistema en favor de otro que desató gran polémica entre los clubes de divisiones inferiores: los equipos de Segunda B se enfrentan entre ellos, luego juegan contra los de Segunda, los ganadores compiten otra vez entre ellos y luego se incorporan los equipos de Primera que no disputan competiciones europeas. Los equipos participantes de la UEFA Europa League o la Liga de Campeones no comienzan hasta octavos de final. Fue en la temporada 2006-2007 cuando la Real Federación Española de Fútbol volvió a modificar el sistema. Los clubes de Segunda B se enfrentan entre ellos, luego juegan contra los de la segunda división y, posteriormente, en dieciseisavos de final, juegan contra todos los conjuntos de Primera división, jueguen o no competiciones europeas.
Historia
El primer campeonato de fútbol, a nivel nacional, disputado en España fue el Concurso Madrid, un torneo impulsado por los hermanos Carlos y Juan Padrós, ambos fundadores del Madrid CF, que fue organizado por este club madrileño, en 1902, con motivo de los festejos de la mayoría de edad del rey Alfonso XIII.
El éxito alcanzado por este torneo hizo que en 1903 Carlos Padrós decidiera instaurar un Campeonato de España, con carácter anual, que reuniera a los mejores equipos del país. Para ello limitó la participación a un representante por provincia y consiguió que el Rey Alfonso XIII donase una copa para el campeón. El trofeo, según las bases, pasaría a ser propiedad del club que se proclamase campeón tres años consecutivos o cinco alternos. El Madrid FC se encargó incialmente de la organización y los partidos se disputaron, al igual que en el Concurso Madrid de un año antes, en el Hipódromo de la Castellana. El torneo se desarrolló como una liguilla, en la que tomaron parte tres clubes: Club Español de Barcelona, Madrid FC, Athletic Club, proclamándose este campeón al vencer en el último y decisivo partido a los madrileños.
Las dos siguientes ediciones fueron organizadas por la Federación Madrileña –organismo que había sido fundado por Carlos Padrós– aunque a partir de 1906 el Madrid FC volvió a tomar las riendas del torneo.
Después de siete años organizándose el torneo en Madrid, se acordó que a partir de 1909 –año en que ganó el Club Ciclista– el equipo campeón fuese el organizador de la siguiente edición. Ese mismo 1909 se creó la Federación Española de Clubs de Foot-ball, a quien las bases del Campeonato España ortorgaban el derecho a organizar el torneo una vez constituida. La Real Sociedad de San Sebastián –sucesora del Club Ciclista– que se consideraba legitimada para organizar el campeonato de 1910, no reconoció al nuevo organismo federativo y, junto con otros equipos disidentes, creó la Unión de Clubs de Football.
Este cisma propició que en 1910 se disputaran dos torneos nacionales, el organizado por los equipos de la Federación Española de Clubs y el de la Unión de Clubs. Finalmente, en octubre de ese año ambas facciones firmaron la paz: los clubes disidentes reconocieron a la Federación Española, que a su vez daba oficialidad al Campeonato de España organizado por la Unión de Clubs.
No obstante, las discrepancias entre las sociedades futbolísticas de la época continuaron y tres años más tarde, se producía un nuevo cisma, cuando el FC Barcelona y la Real Sociedad, entre otros equipos, se dieron de baja de la Federación para refundar la Unión de Clubs. Nuevamente, en 1913 se disputaron dos campeonatos de Copa, antes del acuerdo que permitió la reunificación definitiva del fútbol español, con la constitución de la Real Federación Española.
El nuevo organismo aprobó nuevas bases para el Campeonato de España, para poner fin a las disputas que habían marcado las últimas ediciones del torneo. Se acordó, entre otras medidas, institucionalizar los campeonatos organizados por las distintas federaciones regionales como una fase previa de la Copa del Rey. Se dividió el país en diez regiones, aunque inicialmente sólo en cuatro (Galicia, Norte, Cataluña y Centro) ya existían federaciones con campeonatos regionales en marcha.
El torneo fue creciendo a medida que se ponían en marcha nuevos campeonatos regionales por toda la geografía española. Así mismo, a partir de 1927 se amplió la participación en el torneo a los subcampeones regionales. Pero a partir de 1929, con la puesta en marcha del campeonato nacional de liga, el torneo copero pasó a un segundo plano y, del mismo modo, los campeonatos regionales. Para relanzar las torneos regionales, a partir de 1931 algunas federaciones territoriales vecinas empezaron a organizar campeonatos conjuntos con sus mejores equipos -los conocidos como campeonatos mancomunados- hasta que, finalmente, en 1934, la Federación Española agrupó los distintos torneos regionales en seis Campeonatos Superregionales. Los mejores clasificados en estos torneos eran los que disputaban la Copa del Presidente de la República, nuevo título que se puso en juego en 1932 tras la caída de la monarquía y la instauración de la Segunda República Española.[1]
En 1936 las competiciones de ámbito nacional quedaron suspendidas por el estallido de la Guerra Civil española, aunque la actividad futbolística siguió algún tiempo en la zona bajo el control del gobierno republicano, al este de la Península. En 1937 el Valencia CF impulsó la disputa de una Copa de España, tras haber obtenido la cesión de un trofeo para el campeón por parte del Presidente de la República. El torneo se disputó finalmente con el nombre de Copa de la España Libre y sólo pudieron participar los equipos de las federaciones de Levante y Cataluña, resultando campeón el Levante UD aunque, con el posterior triunfo del bando nacional en la contienda bélica, quedaron invalidados todos los campeonatos disputados en la zona republicana. Cuarenta años después, tras la Dictadura Franquista, el Levante UD reclamó el reconocimiento de la Copa de 1937 como una edición más del Campeonato de España; pero en 2009 la asamblea de la RFEF rechazó la oficialidad al torneo, al considerar que no fue organizado por el ente federativo.
En 1939 la Federación Española de Fútbol decidió reanudar las actividades futbolísticas con la puesta en marcha de un torneo nacional, con un trofeo cedido por el nuevo Jefe de Estado, el Generalísimo Francisco Franco. Para elegir a los equipos participantes se reinstauraron los campeonatos regionales en las Federaciones territoriales que podían asumir su organización. Finalmente, fueron Aragón, Andalucía, Galicia, Cantabria, Bilbao, Guipúzcoa y Navarra quienes enviaron representantes al Copa de S.E. El Generalísimo, ganada por el Sevilla FC. Tras la final, la Federación Española añadió el título al palmarés del Campeonato de España[2] que, de este modo, retomaba su actividad, ahora bajo el nombre de Copa del Generalísmo.
La reestructuración llevada a cabo por el nuevo régimen en 1940 supuso la desaparición de los históricos campeonatos regionales, quedando delimitado el acceso a la Copa a los mejores equipos del campeonato nacional de liga. De este modo, la temporada 1940/41 disputaron la Copa del Generalísmo los 14 equipos de Primera División, los 24 de Segunda y los seis mejores de Tercera; un número de participantes que se fue incrementado en los años sucesivos.
A partir de la temporada 1960/61 el campeón de la Copa de España se clasifica para disputar la Recopa de Europa, torneo internacional organizado por la UEFA con la participación de los campeones de las distintas copas nacionales.
La Copa del Generalísimo se disputó hasta la muerte de Francisco Franco, en 1975. La temporada 1976/77 el torneo adoptó la denominación actual, Copa de S.M. El Rey, siendo el nuevo Jefe de Estado, el monarca español, el encargado de entregar el trofeo.